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LAS 100 CANCIONES DE TU VIDA
Las canciones que te enamoran
La música activa rincones de tu mente que ninguna otra cosa puede conseguir. A lo largo de tu vida te has encontrado con centenares, miles de diferentes tipos de canciones, más o menos agradables, bien o mal compuestas e interpretadas, etc.
Con respecto a la música mantenemos un perpetuo «buscar la belleza». Cada álbum / CD nuevo es otra posibilidad de encontrar «la canción de tu vida».
Y, muy ráramente, el milagro se produce. De repente llega a tus oídos una canción, una bella música que te obliga a dejar todo lo demás y centrar toda tu atención en lo que está sonando. «Qué cosa más bonita, qué maravillosa belleza de melodía, qué preciosidad armónica…..».
Son canciones tan especiales que, al escucharlas, te da un vuelco el corazón, mariposas en el estómago, … en resumen: canciones que te enamoran. Y en este sentido hay que ser honestos. Es necesario liberarse de prejuicios. Da igual que seas un rockero, metalero, gótico, etc y la canción que te ha enamorado sea de José Luis Perales. Del mismo modo, es totalmente irrelevante que la canción sea buena o mala, bien o mal interpretada, arreglada, etc. Una de mis 100 canciones bonitas es «Amor, amor, amor de Lolita» cuando ésta tenía 17 años. Un tema simple, rudimentario, de temporada, sencillo, sin pretensiones, pero que me cautivó y me sigue entusiasmando. En fin, que cada uno tiene sus debilidades, a veces, inconfesables.
Vemos, por tanto, que el concepto «canción bonita» es absolutamente subjetivo y no admite métricas, parámetros, críticas o discusiones de ningún tipo. Un tema puede ser maravilloso para alguien y un pestiño para otros. Es algo, puramente, irracional. Y por esta razón cada uno debería empezar a recopilar sus «100 canciones bonitas», un proyecto que, fácilmente, puede llevar toda una vida. Yo llevo unos años recopilando y, actualmente, llevo unos 80 temas.
A lo largo de la historia, algunas de esas canciones se han perdido en tu memoria. Con el empleo de Internet es posible recuperar y rescatar otras. Y, hablando de rescates, convendría puntualizar y diferenciar entre las canciones que te gustan porque te evocan felices tiempos pasados de aquéllas otras canciones de singular belleza que te cautivaron y te siguen cautivando. Las primeras dibujan la «banda sonora de tu vida», pero no son las que queremos ahora. Canciones evocativas VS canciones maravillosas. Centrémonos en estas últimas.
Hace unos 4 ó 5 años comencé a recopilar una especie de repositorio con las «canciones bonitas». Así llamé a la carpeta (antes se llamaba «directorio») que contenía dichos tesoros rescatados del olvido. En aquel momento coincidió con la escucha de las obras integrales de Alan Stivell y Tri Yann, lo cual provocó un gran número de «canciones bonitas» incorporadas a dicho repositorio. A esta primera tanda de incorporaciones se le unió una decena de canciones encontradas a base de rebuscar en el pozo de la memoria, localizaciones del pasado, encuentros fortuitos, etc.
La tecnología ha sido determinante para la búsqueda, archivo y catalogación del proyecto. Gracias al formato MP3 puedo almacenar lo encontrado en una carpeta («Canciones bonitas»). Gracias a Evernote puedo llevar la catalogación de lo archivado y lo pendiente. Un documento Word también valdría. Gracias a Shazam y SoundHound, aplicaciones de smartphones, puedo identificar algo que esté escuchando al vuelo desde una radio, del exterior, etc.
La primera «canción bonita» de la que guardo recuerdo es: «Do you love me» de Sharif Dean. Corría el año 1973 y yo era un niño de 12 años. La primera vez que la escuché me enamoró pero la única posibilidad de volver a escucharla era tener la suerte de que la repusieran en la radio de transistores que tenía mi madre en la cocina. Así era de dura la vida en aquella época. Ni siquiera teníamos tocadiscos o cassette. Una vez que pasaron 20 años y ya existía Internet, lo primero que busqué era algo relativo a esta canción y me pude enterar de sus datos. Realmente, la canción no es gran cosa, incluso la voz femenina tiene algunos problemas de afinación, pero da igual: una canción bonita es tu «canción bonita» sea buena o mala. Y, probablemente, esta sería la canción que me llevaría a la maldita isla desierta.
Tus 100 canciones bonitas
Para que una canción pueda ser elevada a la categoría de «Canción bonita» debe cumplir los más exigentes requisitos: el principal es que te guste durante toda la vida. Esto no es fácil de cumplir y por eso, algunas de las mías entran y salen de la lista. Cualquiera de las canciones de tu lista de deberá emocionar como la primera vez y te asaltarán deseos de compartirla con todo el mundo. Si no hay emoción no hay «canción bonita».
Las «Canciones bonitas» te acompañarán toda tu vida. Estarán ahí, esperando. No conviene escucharlas con exceso porque se «quemarían». De vez en cuando mira y repasa el listado, elige y saborea con delectación el disfrute de alguna de ellas. Hay veces que ni siquiera es necesario reproducirlas, basta con saber que existen.
Las «Canciones bonitas» son totalmente personales y, por lo tanto, no transferibles. Cada persona deberá elaborar su propia lista sin condicionamientos previos ni prejuicios. De todas formas, si te gusta (emociona) alguna canción de las mías, apropiátela, hazla tuya y formará parte, también, de tu lista. Pero, insisto, las listas en su conjunto no valen para todas las personas. Eso sí, una vez configurada tu lista, defiéndela como propia y no admitas ningún tipo de crítica negativa. Positivas, todas las que vengan.
Para empezar puede servir un simple lápiz y papel, anotando únicamente aquellas canciones que verdaderamente te han enamorado. No sirven las simplemente bonitas o las evocadoras de «tu época». Alguna puede haber salido el verano pasado, escondida en una mediocre recopilación.
En ocasiones, puede ser útil habilitar una carpeta temporal en la que depositar las canciones dudosas. Aquéllas que no sabes con seguridad en que categoría catalogarla. Puedes repasar esta carpeta de vez en cuando hasta determinar su estado definitivo: canción bonita o eliminarla.
Y, para terminar, únicamente señalar que el hecho de que las listas sean personales e intransferibles no significa que no quiera verlas. Todo lo contrario: me encantará leer vuestras listas. Siempre podré encontrar algún «tesoro» y, lo mejor de todo, saber cual son tus auténticos gustos musicales. Los de verdad
Felicidades, Esteban. Otra buena iniciativa…. que solo como está descrita, ya atrae.
Me encanta!!
Enhorabuena por la presentación del blog. Es una gran idea y voy a seguirte. Otra vez, gracias.
Smuack